Estas etiquetas RFID no adhesivas son ideales para aplicaciones antiadherentes y pueden insertarse, sujetarse mecánicamente directamente o usarse como etiquetas colgantes en varios artículos. Soportan una amplia gama de temperaturas, desde -80 °C/-112 °F hasta +100 °C/+212 °F, así como la exposición incidental a alcoholes, perfectos para una variedad de aplicaciones, incluido el almacenamiento a baja temperatura y alta procesos de calor.